jueves, 11 de mayo de 2017

Los óvalos son aburridos


Ya es casualidad que no conozca a nadie de mi entorno capaz de esgrimir la frase que da título a esta entrada.

A lo más que he llegado desde que Fernando Alonso anunció que iba a disputar las 500 Millas de este año, ha sido a conocer a quien no sabía qué es eso de correr en óvalos y pretendía informarse, a esa otra gente a la que la cosa de ver coches disputando pruebas en circuitos ovales ni le va ni le viene porque piensa que tiene bastante con lo de toda la vida, y por supuesto, a esos otros que disfrutan como enanos con este tipo de competiciones.

Siendo honesto os diré que proporcionalmente hablando conozco a mucha más peña que se aburre con la Fórmula 1 y que considero que es un síntoma de buena salud.

El criterio plantea determinadas exigencias y no siempre se colman. Hay, tambien es verdad, quien lee a Mark Hughes y descubre que un truñazo como el pasado Gran Premio de Rusia en el que los compuestos ultrablandos daban para correr las 48 de Le Mans sin pasar por garajes, a una sola parada como estrategia y con todo el pescado vendido desde casi la primera vuelta, resultó un carrerón monumental de la muerte porque el buen sabor de boca nos lo dejó Vettel intentando atrapar a Bottas durante los últimos giros.

Lo entiendo y admito como parte del debate. Con Hughes o sin Hughes, las carreras de coches son un espectáculo deportivo y sus consumidores tienen perfecto derecho a disfrutarlo o quejarse sin que una u otra actitud suponga tener mejor o peor pedigrí, aquí, en la Fórmula 1, o allí, en las carreras sobre óvalos.

Y a este punto quería llegar yo, porque para que un espectáculo te convenza, o no, lo primero que hay que hacer es acercarse a él, sumergirse en él sin miedo ni cautelas y ver luego qué tal ha ido el experimento. Y lo digo porque si ya éramos pocos y había parido la abuela con la Indy 500 de este año, en redes sociales empieza a resultar imposible no encontrarse con una de esa homilías que tratan de ensalzar una película que todavía no hemos visto.

Los óvalos son aburridos, dicen, y van luego y te sueltan un fragmento con un buen adelantamiento, con una maniobra peligrosa o con un ejercicio de drafting que pone los pelos de punta. Y piensas: hombre, hay de todo, más o menos como en Fórmula1, lo que está claro es que si no probamos ni tan siquiera una vez, incluso si ocurre gracias a que participa Fernando Alonso, jamás descubriremos si las 500 Millas son un truño o acaban encantádonos.

Os leo.

5 comentarios:

El Alonsista dijo...

Lo confieso. Llevo un mes buscando en Youtube carreras de la fórmula Indy, así que Kanaan, Castroneves, o Franchitti, han pasado ya a ser nombres como de la familia. ¡Y qué no decir del ínclito Juan Pablo Montoya!

Bueno, a lo que voy; después de echarle unas horas al visionado de esta categoría, me permito compartir algunas conclusiones.
El término aburrido podríamos decir que es subjetivo, por lo que nadie tendrá la verdad absoluta sobre si son aburridos o no las carreras. Sin embargo, es completamente lícito manifestar lo aburrido que le ha resultado a alguien una carrera. Como la de Sochi, por ejemplo.
Desde mi punto de vista, la F1 es un deporte mucho más complejo, completo y exigente para el piloto que la Indy; por lo que creo que hay más factores que influyen en el desarrollo del espectáculo. Por ejemplo, para mí es muy importante -valoro mucho- poder ver la pericia de los pilotos al volante y cómo son capaces de rectificar, contravolantear, jugar con los límites del coche en las frenadas, en las curvas rápidas, en el manejo del coche en la salida de las curvas de tracción. Todo eso no lo podré ver en la Indy.

Con esto no estoy diciendo que la Indy sea sólo pisar el acelerador y girar a la izquierda. Se que es difícil gestionar los rebufos, pasar a más de 350 km/h pegado a otros en una recta curva, o saber buscar las trayectorias para evitar en cierta medida ser adelantado...

Las dos pueden ser aburridas o entretenidas. Personalmente, me quedo con la F1; pero estoy seguro que si Alonso está en el ramillete de cabeza vibraré con él como hace años que no lo hago. Y no lo olvidemos, en España, ese va a ser unos de los estímulos de la Indy: poder ver luchar -ojalá en cabeza- a uno de los nuestros. Oriol Serviá lleva años haciéndolo y parece que nadie se acuerda de él.

Así pues, a priori, a mí sí que me parece más aburrida que la F1. Pero estaré a tope vibrando viendo las 500 millas.

Un saludo.

Mario dijo...

Me aboné a movistar+ hace un poco más de un año cuando se convirtió en la única forma legal de ver las carreras de Fórmula 1 en España. Para poder ver las carreras tuve que contratar el paquete básico y el paquete opocional de motor que incluye la F1 y motogp. Pues además de tener que tolerar que de vez en cuando se les cuelen anuncios en las retransmisiones se da el caso de que especialidades como el WRC y la indy se encuentran en otro paquete opcional que se llama deportes.

Últimamente se habla mucho de que la F1 ha equivocado el rumbo con enfocar el modelo de negocia hacia la televión de pago (cosa con la que estoy de acuerdo); que debería de aprender de como hacen las cosas los americanos. Y cuando resulta que por primera vez en España se empieza a hablar de la indy nos encontramos que para hacer un acercamiento como el que propones en la entrada tenemos que volver a pasar por caja otra vez. Puede darse la paradoja de que el test de Fernando para pasar el ROP tenga más audiencia en España que la propia carrera de las 500 millas. Tienen tres semanas para hacer algo.

Un saludo.

chema dijo...

Esto es como todo tienes que tener interés, motivación, un favorito o favoritos, ganas de disfrutar. A mi me parecen muy entretenidas tanto la Indy como la Nascar.


Jordi Vidal dijo...

Hola ! Hace muchos años que me aficioné a la Indy, por esos entonces Serie Kart. La mayoría de circuitos eran eso, circuitos, los óvalos eran una excepción. La cultura americana de motor es muy diferente, respetable, pero distinta. Y los óvalos son aburridos, muy aburridos ! Las escuderías son son imposibles de distinguir porque cada piloto tiene sus propios patrocinadores, aunado a la falta de familiaridad con los pilotos no te enteras de mucho. A eso le agregamos banderas amarillas cada veinte minutos, laaaaaargas banderas amarillas. En óvalos cortos parar a repostar significa perder la vuelta, agregando mayor confusión. Los adelantamientos pasan en "cámara lenta" por la poca diferencia en velocidades. Y todos los coches son idénticos... para colmo en las 500 millas de Indianápolis lo que cuenta es la estrategia hasta las últimas 30 vueltas, o sea que durante dos horas y media aproximadamente veremos coches corriendo en modo sobrevivencia. A lo americanos les gusta, desde las gradas se ve cada centímetro del circuito y se percibe la velocidad brutal a la que corren. El sonido es un rumor uniforme que intimida al más pintado. Los accidentes espectaculares. Cultura americana, repito. Se respeta. A mí no me gusta y sin embargo ese día no pienso perderme ni un minuto de la carrera. Ninguno solo !! Historia pura !! Puede ser que esas últimas 30 vueltas nos hagan soñar, es posible, ha sucedido antes. Y la sola posibilidad de ver a Fernando bebiendo leche al final de la prueba hará que millones vean esta carrera por primera vez, y que al final digan " que aburrido" ! Nos es poca cosa.

Fabian Prieto dijo...

Desde 2014 que volvió Juan Pablo Montoya a la categoría hice lo posible por ver en paralelo la Indy y la F1. Y he de decir que en esos tres años fue la categoría estadounidense la que más emociones me regaló, como punto más alto la Indy del año pasado que ganó un ex F1, Alexander Rossi. Fue de antología. Vamos a ver como resulta la de este año.