lunes, 2 de enero de 2017

La promesa mustia


Que el mejor sitio para Pascal en 2017 sea Sauber, dice mucho de lo poquito que valen algunas cosas en nuestro deporte. 

Y no es que me extrañe, lo que sorprende de todo este asunto es que hemos pasado de cuestionar la entrada con calzador de Lance Stroll en la F1 a base de billetera, a contemporizar con la idea de que un tipo de la cantera Mercedes sigue siendo utilizado para menesteres diferentes a los de piloto. 

Visto lo visto, el hijo de don Lawrence lo ha sabido hacer mejor. Total, si por su juventud no daba el perfil para el patrocinador principal (Martini) ahora ya tenemos a Massa, y si el cuadragésimo aniversario de la de Grove plantea a día de hoy más sombras que luces, también tenemos a Massa. En realidad tenemos a mi Felipe para hacer de roto para descosido, para continuar lanzando puyitas a Fernando Alonso, para despedirse de nuevo o para lo que sea necesario. De la calidad del chaval, de su proyección en la Fórmula 1, etcétera, ya se encargarán los medios de comunicación. Són únicos a la hora de hacer potitos que no originan gases, sobre todo si hay tela por medio.

En el caso de Wehrlein el potito es ligeramente más espeso aunque con unas palmaditas en las espalda seguro que eructamos y santas pascuas. Nos dijeron que era una firme promesa cuya calidad resultaba incuestionable —campeón DTM 2015, nada menos—, que su estancia en Manor se debía a que necesitaba foguearse en F1 y a que en Brackley no quedaba sitio. 

Bueno, llegó Ocon y alguno de los ingredientes se pusieron rancios. Y la retirada de Rosberg no ha hecho sino empeorar el asunto. Entonces salió a la palestra que el alemán no había firmado una buena temporada 2016 (sic) y que era incompatible con Hamilton porque gastaba malos humos, afirmación que, por cierto, se encargó de tirar por los suelos la escudería de Dinnington [dentro enlace]. Pero importó poco, la máquina del fango ya había hecho su trabajo y Valtteri Bottas comenzó a ser la mejor salida posible para Mercedes AMG...

Hoy el futuro de Wehrlein también pasa por ser la mejor salida posible para él, al menos eso se dice, lo que deja la puerta abierta a que quizás, sólo quizás, la aventura de Stuttgart en F1 tiene fecha de caducidad y está más cercana de lo que parece. 

Sea como fuere, todo indica que Pascal abandona una carraca en Manor para subirse en 2017 en un Sauber, pero ¿qué es exactamente un Sauber?

La de Hinwil ha llevado encima unas campañas de tirar a la basura y recién parece (sólo parece) que ha superado sus tradicionales problemas económicos, lo que nos pone en que llega a la temporada que viene con todo por hacer y una unidad de potencia de 2016.

Pero hay que ser optimistas, el alemán el primero. Otro añito más de fogueo y ¡oye!, ¡que el chaval sigue en la F1 para poder demostrar lo que vale! Vamos, que no se entiende muy bien cómo no se da con un canto en los dientes ante el futuro prometedor que tiene por delante, aunque seguro que los medios nos lo explican, ¡al tiempo!

Os leo.

1 comentario:

anonimo dijo...

Esteban Gutiérrez decía que la F1 tiene "mala memoria", porque un año sin puntos hizo que olvidaran todo lo que hizo para llegar hasta allí.
No sé si Pascal es suficientemente bueno para la F1 (entiendo que sí) pero nadie está exento de una crueldad del destino ¿Qué sucedería si no "luce" con el Sauber? ¿Alguien lo querrá en sus filas en 2018? ¿Y si apareciera alguien con mejores sponsors? ¿Qué hizo Carlos Sainz jr peor que Max para que lo anclen a STR? No solamente no le ascendieron a RB sino que ni siquiera le permitieron firmar para otra escudería.